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Los nuevos revolucionarios

Ser un joven de izquierda en el 2013

En medio de la desidia de la mayoría, tres universitarios se animan a contarnos por qué optaron por la militancia política. 

Política

La izquierda peruana terminó desacreditada después del accionar violento de Sendero Luminoso en los años ochenta. Un Perú con heridas profundas expresó en las urnas su distancia frente a los partidos políticos que postulaban el cambio social. La división de esas organizaciones resultó inevitable. Más de veinte años después, un puñado de jóvenes pretende cambiar la imagen de la izquierda y  tomar la posta de los partidos tradicionales. Tres de ellos revelan aquí sus identidades y expectativas políticas. Son conscientes de que son pocos, pero aspiran a crecer y tienen fe en sus proyectos políticos. Ellos son los nuevos revolucionarios. 

Spot de la marcha contra la repartija, fuente: Facebook del PS.

Arturo Ayala, de Patria Roja: “Somos radicales”

“Soy secretario de juventudes de Patria Roja desde julio.  Tengo 23 años y milito desde los 15. Me decidí entrar a Patria Roja porque es un partido sólido que puede transformar la sociedad. Y creo que en general  a los jóvenes sí les interesa la política, ellos son más sensibles a la injusticia, a la corrupción.Ante lo incorrecto, los jóvenes siempre van a buscar cambiar algo”.

 

Arturo Ayala es sanmarquino, egresado de ciencias políticas. Bajo de estatura, conversador y risueño, Arturo trabaja en elMovimiento ciudadano frente al cambio climático (MOCCIC)y hoy se prepara para salir de viaje a provincia. “Los compañeros me esperan”, dice. Milita en las juventudes de Patria Roja desde su adolescencia,hoy se declara socialista y comunista, por tanto,  revolucionario.   “Nuestro símbolo es la hoz y el martillo”, afirma con convicción.Ha preparado un espacio para la conversación, está acostumbrado a los debates acalorados sobre marxismo. Pero no está muy habituado a que le pregunten.

 

-Arturo, ¿Qué significa ser de izquierda?

Redactora

Gloria Alvitres Aliaga

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-Para mí, ser de izquierda o de derecha pasa por la posición frente al modelo económico. Yo creo que ser de izquierda  es la resistencia y combate al modelo neoliberal; es apostar por la defensa de los derechos laborales, los derechos humanos y el medio ambiente.

 

- ¿Ustedes son revolucionarios?

 

-Allí que hay que diferenciar. Qué cosa es ser revolucionario, que en realidad es querer  un cambio de raíz. Osea nosotros somos subversivos porque queremos subvertir el orden.  Acá la palabra está mal vista porque está ligada al terrorismo.  Somos radicales porque queremos cambiar las cosas de raíz.  Somos una organización que ha nacido para  transformar esta realidad. Cuando nosotros hagamos la revolución, la haremos en todos los sentidos. Porque la revolución no se limita a tomar las armas o ganar las elecciones. La revolución es un proceso complejo que involucra  la cultura, la economía,  lo social y lo popular.

 

-¿Eso significa que tomarían las armas para llegar al poder, como lo proclamaba la izquierda en la década de los 80?

 

-No creo. Cuando yo hablo de que somos radicales, me refiero a que queremos cambios desde la raíz. Tomar las armas es imposible ahora, además, tomar las armas puede referirse a muchas cosas como influir en las Fuerzas Armadas.

 

-Si no puede ser ahora, ¿cuándo?

 

Nosotros participamos en una democracia. Pero de haber una dictadura, los métodos tendrían que cambiar. Todo parte del contexto.

 

Patria Roja tiene bases en casi todas las regiones del país y cuenta con importante presencia en universidades como San Marcos, Villareal, Católica, Cesar Vallejo y Ricardo Palma. En Cajamarca, Patria Roja lideró la oposición al proyecto Conga y los estudiantes de la Universidad Nacional de Cajamarca son una fuerza significativa.  Arturo afirma, además, que su partido apoyalas luchas campesinas contra la minería en Cañaris y  Espinar.  Su agrupación no tiene representantes en el Congreso; pero sí algunos regidores en la Municipalidad de Lima.  Y pese a que Patria Roja colaboró con la campaña de Susana Villarán, Arturo no se identifica con ella. Cree que le ha faltado capacidad de gestión y técnicos de nivel.

 

Ollanta Humala es la gran decepción de la izquierda en palabras de Ayala.  La popularidad del presidente cayó a 29% en setiembre y Arturo no olvida que el Jefe de Estado dejó de lado la célebre “hoja de ruta” de la campaña presidencial, abandonó a sus antiguos aliados. Hoy el Partido Nacionalista está desligado de la izquierda.

 

A Arturo le disgusta que asocien a los partidos de izquierda con el Movadef, el movimiento vinculado a Sendero Luminoso.

 

-¿Podría haber alguna similitud entre Patria Roja y Movadef?

 

-No. Movadef no es un partido, es una secta, es una religión. Se rige por el ánimo de su presidente Gonzalo. Nosotros somos un partido, tomamos decisiones conjuntas, participamos de la democracia.  Es mentira que Movadef haya avanzado en las universidades, son muy pocos.Además, la única manera de combatirlos es ganar a los jóvenes que quieren hacer política, ganar a los universitarios.

 

-Eso significa politizar las universidades.

 

-Sí, politizarlas para crear participación. Porque si nosotros no ganamos ese espacio, otro va entrar en nuestro lugar.

 

Arturo  está a punto de salir de viaje para Cajamarca donde participará en un congreso partidario.  Lo llaman una y otra vez al celular. Se sienta y responde una última pregunta.

 

-¿Aun sigue vigente el discurso revolucionario de hace veinte años?

 

-Está vigente. Nosotros somos antiimperialistas, somos socialistas, existe una lucha de clases. La base ideológica no ha cambiado, lo que ha cambiado ahora es la forma en que se presenta ese discurso a las nuevas generaciones.

Alí Shupingagua, de Coherencia: “Sí, somos un partido verde”

“Tengo 26 años, nací en Tocache y participo desde el 2009 en Coherencia. Este es un proyecto que aspira a convertirse en un partido. Está integrado por jóvenes que quieren cambiar la política tradicional, que quieren un gobierno coherente”.

 

Alí Shupingahua vino a Lima  para estudiar psicología en San Marcos. Extraña su “patria chica” y aunque acaba de rentar un cuarto en La Victoria junto a su esposa, volverá  a Tocache y de Tocache no se irá más.  Tiene raíces nativas. Él quiere un cambio para su ciudad natal y sabe que desde Lima puede iniciarlo. Sentado junto a una mesita, en unahabitación apenas amoblada, se prepara para la entrevista. 

 

 

Alí no cree en la lucha de clases, no habla de Marx ni Engels y define a Coherencia como un proyecto de centro izquierda. Desde que estaba en la universidad sintió la inquietud por integrar un proyecto diferente que contara con ideario propio.  Coherencia es  un proyecto que surgió en las universidades en el 2006, en medio de arduos debates sobre cómo acabar con la desigualdad en el país.

Hoy el movimiento tiene presencia en cuatro universidades:San Marcos, Villareal, Católica y del Pacífico.  Ser parte de Coherencia es sencillo; hay que contactarlos, escribir un artículo y pasar por el filtro de una entrevista personal. No importa mucho la orientación política; lo que importa es que se coincida con los lineamientos de la agrupación.

 

-Alí, ¿Cuáles son los lineamientos de Coherencia?

 

-Nosotros creemos que para que una sociedad funcione adecuadamente tiene que haber sostenibilidad social, sostenibilidad económica y sostenibilidad ambiental.

 

-¿Son una agrupación verde?

 

-Claro, somos un grupo que apuesta por la ecología y la defensa de las especies nativas.  Creemos en la búsqueda de la felicidad y ello pasa por una identificación con el medio ambiente.

 

En el 2011, dos integrantes de Coherencia se sumaron a la lista de Fuerza Social al Congreso.  En medio de la contienda electoral la agrupación de Alí hizo campaña contra Keiko Fujimori y se manifestaba en oposición a su partido.  Provistos de volantes y con polos verdes que llevaban impresos los números de sus candidatos y el símbolo de Fuerza Social,los miembros de Coherencia subían a los micros e iban a las playas para hacer campaña. La consigna siempre fue hacer política de manera alternativa. Desafortunadamente, sus candidatos no lograron suficiente respaldo electoral.

 

-¿Siguen apoyando a Susana Villarán?

 

-No. Coherencia buscó un partido que le pudiera dar la opción de postular y ese era Fuerza Social. Las elecciones terminaron y el acuerdo también.

 

-Ustedes hicieron campaña por el No a la revocatoria.

 

Sí, porque considerábamos que no existía fundamento para una revocatoria.

 

Aunque Alí tiene una inclinación de centro izquierda, critica a la izquierda porque considera que no ha logrado constituir un verdadero frente. Se aleja de las posturas radicales. Dice, pensativo, que Movadef  avanza en las universidades porque existe desinformación entre los estudiantes.

 

Alí cree que los jóvenes pueden cambiar la manera de hacer política en el Perú. “Nos estamos formando para hacer una nueva política, para no caer en los vicios de la antigua practica de los partidos.  Como organización nos hemos planteado una serie de objetivos a largo plazo. Es posible que postulemos a las elecciones municipales en Lima, en eso  estamos avanzando”.

Kelvin Gensollen, del Partido Socialista: “Tengo esperanza en la revolución”

“Tengo 19 años, ingresé a militar al Partido Socialista a los 17 años.  Antes creía que los partidos eran una porquería; estaba decepcionado de la política. Sin embargo, cuando fui a las reuniones del PS me di cuenta que se podía construir un partido, que podían generarse cambios. Yo tengo esperanza en que se realice la revolución”.

 

Kelvin Gensollen quería estudiar psicología, pero poco después descubrió que no era lo suyo. Hoy es estudiante de filosofía de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya.  Además, es encargado de la organización de la Juventud del Partido Socialista. Siempre ha tenido una inquietud política que no alcanzaba a cubrir con su participación en colectivos, por eso ingresó al PS, la agrupación del recordado Javier Diez Canseco. 

 

-¿Cuál es tu postura frente al marxismo?

 

-Yo asumo mucho de Marx. Él es un gran crítico de la modernidad, sin duda.  Además, la sociedad no ha cambiado mucho, sigue manteniendo  la misma lógica. 

 

 

-¿Lucha de clases?

 

-Habría que definir lucha de clases; pero sí, existe una confrontación entre los intereses de las clases altas y las clases bajas. Hay diferencias sociales abismales. No es lo mismo por ejemplo ser un rico en la India, que ser un pobre y estar limitado de todo recurso y acceso social.

El Partido Socialista rompió con el gobierno tras el apoyo abierto que este manifestó hacia el proyecto minero Conga.  Unos meses después, Javier Diez Canseco sería sancionado por el Congreso bajo la acusación de “tráfico de influencias” y suspendido de sus actividades como legislador. Tras la muerte del principal líder del PS a causa de cáncer, el partido pasó  a ser de clara oposición al gobierno.

 

¿Qué opinas de Ollanta Humala?

 

-Humala comenzó con una propuesta, que sin ser radical, planteaba una serie de reformas interesantes. Sin embargo, por los mismos poderes fácticos y por la presión de laderecha, no ha podido cumplir, se ha desviado de su Hoja de ruta.

 

-Entonces, ¿La derecha está gobernando?

 

-Claro, es lo que parece; porque Humala se ha inclinado más a los sectores empresariales. Ellos toman las decisiones en este país.

Kelvin pertenece, además, a un colectivo dentro de su universidad y escribe para la revista El Auqui. Lideró  las marchas contra la llamada“repartija” que se realizaron en Lima en julio pasado.

 

-¿Estás a favor de que se haga actividad política en las universidades?

 

-Considero que en las universidades debe haber debate político. Somos cada vez más las personas que nos interesamos por lo que sucede en nuestro país y que buscamos un cambio.  En la universidad debe haber política, porque todo es política, la misma educación pasa un tema de decisiones políticas.

 

Tanto Arturo como Kelvín y Alí decidieron seguir el camino de la  militancia en partidos de izquierda. Sus posturas son distintas, en algunos aspectos son compatibles, en otros no, pero allí están estos jóvenes para sustentarlas y defenderlas. Tienen la seguridad de que ellos son los renovadores de una izquierda que a pesar de sus divisiones creó  un frente amplio y se prepara para los próximos comicios electorales. 

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